En el principio fue el crimen

«Los casos del comisario Croce» / Ricardo Piglia

Si un clásico es un libro que el lector debe afrontar con el lápiz, tal y como dejó escrito George Steiner, probablemente el noir no pasará la prueba, aunque merece la pena leer a Fred Vargas o a Ricardo Piglia prestos a subrayar.

Prolifera un desaforado afán clasificatorio que rebosa internet de titulares replicados con propuestas de series sobre todo cuanto podamos imaginar. Suponen, por lo general, pretensiones canónicas.  En una serie dedicada a catalogar precisamente clásicos de la novela negra me topé con  “Crimen y Castigo”. La ubicación de esta obra cimera en los anaqueles de un subgénero tenido por ligero, como un entremés entre manjares o un entretenimiento piscinero, parecería en primera instancia o una frivolidad o ganas de retorcer.

Abona sin embargo una teoría que sostengo: que la novela policiacocriminal y el noir (cuyas diferencias de concepto dan para un luengo debate) pueden alcanzar altos vuelos literarios y que para sus mejores cultivadores, un crimen no es más que un pretexto para hablar de otras cosas y, en particular, de los abismos del alma humana; una excusa para contar historias, con desnudo sustantivo, que nos expliquen el mundo. O para evadirnos, que no es sino otra manera de entenderlo. Lo demás, como las etiquetas, son artificios.

«Siempre ha habido crímenes y descifradodores de enigmas»

Ricardo Piglia

En unos anaqueles sobresaturados de fajas negras, hay que andar con tiento y tino para encontrar alturas literarias, aunque cada lector tiene su canon, definitivo e indiscutible . 

Con todo, tal vez podemos estar de acuerdo en que en el principio fue el crimen. Porque «siempre ha habido crímenes y descifradores de enigmas”, ya en Homero y en la Biblia. Así se lo cuenta al comisario Croce a un viejo escritor una tarde de 1954. Asistía el entonces joven detective a una conferencia cuyo objeto eran precisamente sus  afamados métodos, particularmente intuitivos. “Los casos del Comisario Croce”, la obra póstuma de Ricardo Piglia, reúne en doce relatos un catón del género, probablemente sin pretenderlo, mientras acompaña al ‘pesquisa’ en un vagabundeo deductivo, una contradicción sólo aparente; un proceder engañosamente desvariado que convierten a autor y personaje en señeros.


Esta entrada, en una versión con ciertas modificaciones para el papel, fue publicada como presentación de la sección, el sábado 8 de febrero de 2020 en Diario del Altoaragón.

He sido incapaz de recuperar la cita que incluyo de George Steiner, pero es suya, como he comprobado en otras fuentes. Creí que corresponde a su libro «Errata» (Siruela,2009) , aunque no la encuentro. En esa obra sí dedica unas profundas reflexiones al clasicismo en el arte. Refiere el erudito que es aquello que nos lee, nos cuestiona, tiene un valor por sí mismo y en su espacio propio fructifica.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s